Los mentores y coaches seguimos diversos métodos para conseguir resultados. El más común es el denominado GROW. Responde al acrónimo, en inglés, de Goal (Objetivo), Reality (Realidad), Options (Opciones) y Will (Voluntad, Deseo).
Gracias al método GROW:
- Nos fijaremos un objetivo (aquí te explico cómo debe ser).
- Exploraremos la realidad y las circunstancias que nos rodean
- Analizaremos cuáles son las opciones para conseguir ese objetivo
- Nos marcaremos un plan de acción.
Una sesión suele durar 60 minutos. Es un espacio privado y de confianza y nuestra relación será de igualdad y respeto.
En todo momento, tú eres quien decide:
- De qué hablar
- Hasta dónde
- Cuántas sesiones tener (el máximo aconsejado es 10)
Escucha activa y mayéutica
Las sesiones se basan en el diálogo, en la escucha activa y en la mayéutica. Tú expones un asunto sobre el que quieres hablar. Yo te escucho y te hago una serie de preguntas al respecto. Al contestarlas o reflexionar sobre ellas, tú profundizarás, por ti mismo, sobre un conocimiento que tienes latente en ti. Es un proceso intrapsíquico en el que tú tienes el control todo el tiempo.
Es muy posible que te pida un pequeño ejercicio (sencillo, casi un juego, que no te llevará tiempo). Lo realizarás en algún momento de la semana y lo comentaremos en la siguiente sesión.
El número óptimo de sesiones es 10.
Sólo te daré consejos si tú me los pides o si tú me das permiso para ello.
Diferencias entre un mentor y un coach
En sus cursos de formación, la psicóloga Rosa Rodríguez del Tronco lo explica de forma muy clara. El mentor es una figura clásica, que encontramos en la Odisea de Homero. Ulises confía a Mentor la educación de su hijo Telémaco para que éste le enseñe lo que sabe. Es decir: el mentor es un especialista, de mucha experiencia, con gran bagaje vital o/y profesional. Su misión es transmitir los frutos de su experiencia al mentorizado (cliente, mentee, discípulo, etc.).
Por el contrario, recuerda Rosa, el coach parte de una base distinta. El coach ayuda a resolver un problema mediante preguntas poderosas (mayéutica). Su objetivo: que el/la cliente, al darles respuesta, llegue por sí mismo a la solución del problema. John Whitmore dice que Sócrates fue el primer coach de la Historia.
¿Y por qué el coach hace preguntas y no da directamente un consejo? Sobre todo por tres motivos.
- El coach no tiene por qué saber sobre una determinada materia (el cliente sí).
- En algunos periodos de crisis, las personas no somos proclives a escuchar consejos.
- Para ser efectivo, el coach debe olvidar su ego y aconsejar sólo cuando el/la cliente se lo pide o sólo cuando le da permiso para ello.
Ventajas de un mentor-coach
Un (o una) mentor-coach aúna las ventajas de los dos modelos. Por un lado, comparte con su cliente su experiencia vital y profesional de años. Por otro, le ayuda a que se desarrolle por sí mismo y a que sea autónomo en un futuro.