Hace unas semanas hablaba con Carlos Fernández sobre comunicación y deporte. Carlos sabe mucho de esto porque estuvo vinculado muchos años al departamento de comunicación del Getafe Club de Fútbol. Me habló de la heroicidad de este equipo en la temporada 21/22, al salvar la categoría en Primera División de forma milagrosa. La palanca del cambio fue la comunicación, el coaching y el cobranding. Y el esfuerzo deportivo, por supuesto.
El Getafe CF, según me contó Carlos de palabra y me recordó en este informe, había perdido los 7 primeros partidos de Liga. ¿Qué son siete partidos? 21 puntos, más de dos meses sin obtener ni un solo resultado positivo, ni uno solo. Siete largas semanas. El humor castizo lo bautizó como el equipo 007 (cero victorias, cero empates, 7 derrotas).
Había que creer que la salvación era posible (que ya era mucho creer) y el departamento de comunicación encontró un caso similar al del Getafe: el Crystal Palace. Este equipo inglés también perdió de forma consecutiva los 7 primeros partidos y salvaron su categoría en la mítica Premier League.
La comunicación
El club compartió la historia de otro equipo que, en una competición de máximo rendimiento (la Premier League), resolvió con éxito una crisis muy parecida. Contó una historia para implicar a la masa social. ¿Y a quién no le gusta que le cuenten una historia? Y como lo que no tiene nombre no existe, el club lo bautizó como la «Misión Crystal Palace».
El coaching
El objetivo era transmitir fe, hacer creer y demostrar que la salvación era posible. Pero, aquí viene la parte magistral: el Getafe FC dio un estímulo incompleto para que fuera la masa social quien cerrara el círculo. En el coaching es el usuario quien debe encontrar sus propias respuestas. Y si a ti te dicen: «Tenemos una misión», tu impulso natural, si amas a quien te lo dice, es implicarte para cumplirla.
El cobranding
La Premier League es la competición nacional más prestigiosa del planeta fútbol. Es la NBA del balompié. Es un olimpo en donde los jugadores se convierten en leyendas. Que un club español modesto encuentre en la Premier un espejo en el que mirarse, y que ese espejo simpatice con él y le apoye es algo maravilloso.
¡Por cierto! Me acabo de dar cuenta de que el Richmond (el club ficticio entrenado por el maravilloso Ted Lasso) viste los mismos colores que el Crystal Palace. En esa serie encontraréis también lecciones sobre la comunicación, el coaching y el cobranding.