Hace escasos días publiqué en Original Comunnity Manager, de Manuel Carrillo (@citizenmanuel) un artículo titulado Apología de la enseñanza universitaria de la Comunicación. ¿Por qué he escrito este post? Tal como digo en el texto, debemos empezar a dignificar nuestra profesión, y este proceso debe empezar respetando y valorando nuestras Facultades. Si no nos respetamos nosotros, difícilmente nos respetarán los demás.
La dignidad de la profesión empieza respetando las aulas
Publicado en Opinión
Excelente
¡Hola!
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¡Un saludo!
Un buen artículo que da que pensar y te «lanza» a reflexionar como si estuvieras en un rápido pase de los fotogramas de una película, de como fueron los años de uno en la facultad.
Tanto en la Universidad de Valencia como en la Carlos III aprendí mucho pero no solo del temario si no de los consejos y experiencias de los profesores. Permanecía absorto a muchas de esas vivencias y guardándolas en el disco duro, cosa que me di cuenta luego. Algunas de ellas las he puesto en práctica y otras me han servido para entender muchas de mis situaciones vividas en los 3 años (solo) que llevo como profesional de este difícil mundo del Periodismo (tan poco ayudado por todo tipo de organizaciones: yo no opero porque no soy doctor, no construyo edificios porque no soy arquitecto ni conduzco aviones porque no soy piloto, ¿por qué la mitad de los que trabajan en MI PROFESIÓN no son periodistas? ¿por qué no va la FAPE medio por medio pidiendo títulos? es injusto y me apena tanto, pero eso es otro tema).
A mi la Universidad me ayudo a crecer en dos sentidos: como persona y como profesional, aunque parezca un tópico. Aprendí a «escribir», aprendí reglas, enfoques, teoría valiosa (no toda) y sobre todo fomentó aún más la ilusión que tenía (y tengo) de hacer lo que quería desde pequeño, cuando creía ser un reportero dicharachero con pocos años jugando en casa.
Es fácil tirar la piedra sobre «el tejado de zinc caliente» que es la Universidad. Quien no aprende está, básicamente, lleno de prejuicios.
Qué bueno es haberte conocido, Sergio. Y qué bueno es saber de ti. Gracias por tus palabras: tienen mucho valor. Has aprovechado y aprovechas el tiempo. Y lo que te queda.
Un fuerte abrazo.